Nacimos y crecimos en un pequeño pueblo cerca de Houston, Texas. Durante nuestra infancia, tuvimos una crianza muy humilde. Nuestros padres tuvieron una educación formal limitada y enfrentaron muchos desafíos en la vida, pero los superaron para ayudarnos a llegar a donde estamos hoy. Una cosa que siempre recordaremos es cómo sortearon las dificultades de la vida con una fe inquebrantable y la paz del Señor, una experiencia que nunca olvidaremos.
Ambos estamos agradecidos de haber sido criados en un hogar cristiano y de haber aceptado a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador a una edad temprana. En 1998, Dios llamó a nuestro padre a convertirse en pastor y, desde entonces, hemos tenido el privilegio de servir juntos en el ministerio como familia durante 26 años. Como hijos de un pastor, hemos experimentado una buena cantidad de altibajos: momentos de intensa lucha, angustia, desamor y dolor. Sin embargo, a pesar de los desafíos, hemos sido bendecidos con muchos más altibajos y nuestra fe ha sido puesta a prueba muchas veces. A pesar de todo, seguimos firmes en las promesas de Dios. Es importante recordar que, sin importar las circunstancias difíciles que estés enfrentando hoy, Dios tiene el poder de transformar cualquier situación, si tan solo crees.
En 2004, a nuestro padre le diagnosticaron una enfermedad autoinmune que lo había paralizado de la cintura para abajo y lo había dejado en silla de ruedas. Dos años después, tras meses de ferviente oración, Dios bendijo a nuestro padre con la increíble oportunidad de volver a caminar y seguir cumpliendo su llamado.
En 2021, nuestro hermano sufrió una lesión cerebral traumática que casi le quita la vida. ¡Fuimos testigos de cómo Dios hizo lo imposible! Después de cuatro semanas en coma y múltiples cirugías, incluidas tres cirugías cerebrales, nuestro hermano recuperó la conciencia y no solo pudo caminar, sino también hablar nuevamente. Somos una prueba viviente de que Dios es fiel a sus promesas y responde las oraciones. Lo que enfrentamos aquí en la Tierra palidece en comparación con la gloria eterna que les espera a quienes eligen vivir para Dios y confiar en Él.
La Palabra de Dios está llena de escrituras que nos han animado continuamente a seguir adelante y nunca perder la esperanza. Estamos seguros de que en Su Palabra, encontrará la paz que su alma anhela. Su Palabra es verdadera, edificante, poderosa y profundamente inspiradora. En Heirs of His Promise, estamos verdaderamente bendecidos y emocionados de crear prendas que proclaman con valentía el reino de Dios. Nos apasiona marcar una diferencia a través de los recursos que Dios proporciona. Con cada compra, una parte de las ganancias se destina a apoyar ministerios, misiones e iniciativas caritativas que promueven la obra del Reino de Dios, a nivel local y global.
Desde el fondo de nuestro corazón, ¡le agradecemos sinceramente por apoyar a nuestra pequeña empresa! Que Dios los bendiga. Marlene y Johanna